Francisco Palazón, estuvo valiente y decidido, con sitio y buen temple, cortando las dos orejas del primero suyo, siendo aplaudido en el otro tras fallar con el acero.
El rejoneador José Luis Rodríguez tuvo destacada actuación con el único ejemplar que despachó luciéndose con banderillas a dos manos, rejones en su sitio y efectivo rejón de muerte para recibir dos orejas. Hay que destacar además, el dominio sobre las jacas del centauro andino.
Rafael Orellana fue el triunfador de la tarde al cercenar una oreja de su primer oponente y las dos del otro, del cual resultó con un leve puntazo en el escroto que no le restó condiciones para imponerse y triunfar.
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